Una algarabía de risas, petardos y bromas nos esperaba en la casa de Pedro. Tuvimos suerte de realizar nuestro trabajo pues Pedro puso orden en un pis-pás pudiendo hacer el reportaje en su casa. Volvimos a Valdepeñas sin ningún rasguño, sanos y salvos.
Solima nos esperaba totalmente preparada y preciosa. Toda su familia ya nos esperaban con impaciencia. Después de la ceremonia en la Iglesia, fuimos al parque donde la tarde nos acompañó benévolamente tanto por la luz como por la temperatura. Ya en el salón recibió a la pareja un espectáculo ecuestre muy artístico y que nos encantó a todos los presentes.
En fin, lo pasamos muy bien con esta entrañable pareja y sus amigos pirotécnicos.
Les deseamos todo lo mejor.